Son literalmente miles de kilómetros de cables en desuso que se acumulan a lo largo del país. Mientras municipios cursan multas y la ley avanza en una norma técnica, la incorporación de Internet Inalámbrico viene a ser la alternativa más limpia y sustentable, garantizando además velocidades de hasta 10Gbps y conexión sin interrupciones.
Hoy se estima que pueden ser miles de kilómetros de los llamados “escombros aéreos” que deben ser retirados en todo el país. Es el nuevo tipo de basura que se está combatiendo y que producen los cables en desuso que quedan instalados en postes a través de las ciudades del país, sin nadie que se haga responsable de su retiro.
Pero esto tendría los días contados. La Municipalidad de la Reina sentó un precedente al lograr el cobro de la primera multa por incumplimiento de la Ley “Chao Cables”, que fue aprobada en 2019 y establece que los operadores de telecomunicaciones son responsables de la correcta instalación, identificación, modificación, mantención, ordenamiento, traslado y retiro de sus cables aéreos o subterráneos.
Desde Netline, compañía chilena con más de 25 años innovando en el sector y que hoy ofrece servicios de Internet Inalámbrico de altas velocidades para el segmento empresarial, explican que la conectividad terrestre ya no posee las ventajas de antaño.
“Un servicio de Internet sin cables puede proporcionar incluso mayores velocidades de conexión, de hasta 10Gbps, con enlaces por antena, simétricos y dedicados que garantizan conectividad total, sin interrupciones”, explica Víctor Opazo Carvallo, Gerente General de Netline.
De esta forma, este nuevo formato inalámbrico deja atrás la acumulación de cables, que no solo afecta visualmente los espacios públicos, sino que también constituye un riesgo, por ejemplo, en caso de incendios, sin considerar que se trata de material afecto a robos o vandalización. De hecho, antes de promulgarse la nueva ley, ya habían sido retirados más de 600 kilómetros de cable .
“El Internet Inalámbrico es una solución más ecológica, que prescinde de cables aéreos o subterráneos, permitiendo un mejoramiento no solo visual, si no en materia de seguridad. A diferencia del Internet Satelital, el servicio inalámbrico basado en microondas consta de antenas estratégicamente ubicadas fuera de radios urbanos, con acotada intervención de los espacios, logrando un impacto mucho más bajo que tener kilómetros de cable en desuso. Adicionalmente, la instalación de este servicio inalámbrico se puede realizar en menos de 24 horas”, finaliza Víctor Opazo Carvallo, Gerente General de Netline.
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